Estoy seguro que todo docente responsable y serio sabe que a veces uno sin querer desalienta el aprendizaje. A veces se puede tratar de una tarea aburrida que podemos encargar en el mismo salón de clases. O quizás se trata de la forma como tratamos de mantener la disciplina. En todo caso, es importante que estemos al tanto de estas malas prácticas, de tal manera que podamos irlas desterrando conforme podamos hacerlo.
El conocido educador Leon Trahtemberg en este artículo comenta que es crucial que el estudiante disfrute de la experiencia de aprender. Mientras que para algunos chicos la motivación puede ser simplemente la nota -lo que lleva a una competencia con los demás estudiantes-, a lo que se debe apuntar es a que el aprendizaje mismo tenga sentido para el estudiante, lo que a su vez se convierte en la mejor motivación posible.
Como lo explica Trahtemberg, en los colegios peruanos se suele dar más importancia a las evaluaciones. Esto termina brindando más atención a los controles y los exámenes, así como a las comparaciones con los rendimientos de los compañeros. Si no se tiene cuidado, se puede convertir en simplemente una recompensa. El problema es que luego, cuando esten en la vida real, en donde no hay notas por el buen o el mal rendimiento, no habrá esa recompensa.
Preocuparse por crear un ambiente adecuado para que el estudiante se sienta motivado para aprender es vital. Este artículo ahonda en las consecuencias para el aprendizaje de estar desmotivado. Considera a la desmotivación como un estado de ánimo que hace que nos relacionemos con el resto del mundo con resignación, haciendo las cosas porque no queda otra opción. En ese estado es difícil que se aprenda realmente.
Hay muchas formas de contrarrestar esto. Algunos sistemas educativos, es más, lo ponen en el centro de la atención, aplicando una serie de estrategias para asegurarse de que los estudiantes se encuentren motivados. Se podría citar, por ejemplo, el Método Montessori.
Como se puede apreciar en esta breve introducción del Método Montessori, no solamente se trabaja intensivamente en la autoestima de los estudiantes, sino que además se aplica esfuerzo en mantenerlos motivados en aprender. Desincentiva la competencia, se individualiza el aprendizaje, etc.El conocido educador Leon Trahtemberg en este artículo comenta que es crucial que el estudiante disfrute de la experiencia de aprender. Mientras que para algunos chicos la motivación puede ser simplemente la nota -lo que lleva a una competencia con los demás estudiantes-, a lo que se debe apuntar es a que el aprendizaje mismo tenga sentido para el estudiante, lo que a su vez se convierte en la mejor motivación posible.
Como lo explica Trahtemberg, en los colegios peruanos se suele dar más importancia a las evaluaciones. Esto termina brindando más atención a los controles y los exámenes, así como a las comparaciones con los rendimientos de los compañeros. Si no se tiene cuidado, se puede convertir en simplemente una recompensa. El problema es que luego, cuando esten en la vida real, en donde no hay notas por el buen o el mal rendimiento, no habrá esa recompensa.
Preocuparse por crear un ambiente adecuado para que el estudiante se sienta motivado para aprender es vital. Este artículo ahonda en las consecuencias para el aprendizaje de estar desmotivado. Considera a la desmotivación como un estado de ánimo que hace que nos relacionemos con el resto del mundo con resignación, haciendo las cosas porque no queda otra opción. En ese estado es difícil que se aprenda realmente.
Hay muchas formas de contrarrestar esto. Algunos sistemas educativos, es más, lo ponen en el centro de la atención, aplicando una serie de estrategias para asegurarse de que los estudiantes se encuentren motivados. Se podría citar, por ejemplo, el Método Montessori.
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